martes, 27 de enero de 2009

EL ESCONDITE

Utilizando cualquier retahíla se echa a suertes para ver quien se queda a contar. El resto deben tratar de esconderse en el mejor sitio, para que no les puedan encontrar. No vale chivarse del lugar donde están escondidos otros compañeros de juego. Pueden jugar tantos niños como quieran.
Para que el juego no se alargue demasiado, lo mejor es poner un tiempo para que todo el mundo sea descubierto. Si pasado este tiempo no han aparecido todos los jugadores deben salir de su sitio, y éstos quedan libres de entrar en el grupo que echará a suertes quien cuenta. Otra fórmula es que el primero que es descubierto es el que se queda como "buscador".
Para contar se puede contar desde un número hacia atrás (50, 49, 48 ...3, 2, 1) o bien utilizar algunas de las retahílas que existen para este juego.
El sitio desde donde cuenta el niño es lo que considera "casa" o central (puede ser un árbol, una pared, una silla en la playa ... cualquier sitio). Cuando descubras a un compañero deberás correr hacia a ella para dar su nombre y que se de por encontrado. Se puede también jugar sin "casa", al que encuentras pierde directamente sin ir a ningún otro sitio.
Si se juega con "casa" los jugadores se pueden salvar llegando a este punto sin ser descubiertos y decir "por mí", "salvado" o cualquier expresión similar. Si no hay casa, solo deberán esperar a ser encontrados. El juego termina cuando todos han sido encontrados, han llegado a la "casa" sin ser descubiertos o bien ha pasado el tiempo establecido sin haber encontrado a todos los escondidos.
Se queda a contar el primer descubierto, o a suertes entre todos los descubiertos, según como se establezcan las reglas del juego.

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